A veces, nuestra propia luz se apaga ...

... y se reaviva con la chispa de otra persona. Cada uno de nosotros tiene motivos para pensar con profunda gratitud en aquellos que han encendido la llama dentro de nosotros. – Albert Schweitzer

Lo que se nos vende como amor no es más que apego hasta la obsesión, y todo el mundo gira en torno a él. Se nos vende como "romántico" y "sexy", como "adulto", "moderno" y "progresista", y sin embargo no es más que adicción en tantas formas diferentes como personas hay en este planeta.

Y, por supuesto, no sólo la dependencia emocional, psicológica y/o sexual, entre otras. Salvo unas pocas sociedades que intentan replegarse todo lo que pueden, toda la cultura mundial se basa en la dependencia y la opresión.

Cuanto más avanzo en mi camino de curación interior (emocional y psicológica), más claro queda que mi corazón roto no sólo no es la excepción, sino que es la regla. Y todo tiene un sistema.

¿De qué otra manera podría "funcionar" este mundo como lo hace si los actores no estuvieran todos, pero todos, todos juntos, profundamente heridos en sus corazones y almas?

Pero también son cada vez más los que "despiertan", por utilizar esta gran palabra de forma muy modesta. Cada vez son más las personas que se dan cuenta de que lo que se nos vende como la verdad incontrovertible de cómo vivimos y amamos y vemos y nos movemos en el mundo no sólo no es cierto, sino que nos llevará a la ruina.

Para mí, este momento de "despertar" fue realmente un momento, en algún día de julio o agosto de 2010, en el que una frase de un libro de Deepak Chopra me abrió los ojos como con un golpe en la cabeza.

El camino hacia allí conducía a un valle de lágrimas aún más duro y agotador, en mi hermosa Baviera, que el que había experimentado en mi infancia. Sólo su recuerdo me duele, pero intentaré contarlo en los próximos días y semanas.