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Atreverse significa tener el valor de ser vulnerable.

  • Foto del escritor: sylviahatzl
    sylviahatzl
  • 14 feb 2023
  • 6 Min. de lectura

Significa mostrarse y ser visto. Pedir lo que necesitas. Hablar de cómo te sientes. Tener conversaciones difíciles. – Brené Brown


La verdad saliendo del pozo, Jean-Léon Gérôme, 1896


Como personas autistas adultas, especialmente cuando hemos recibido el diagnóstico en la edad adulta avanzada, a menudo nos sentimos desgarrados: ¿debemos contar nuestro autismo a la(s) persona(s) NT con la(s) que estamos… o mejor no?

Quiero empezar de otra manera.


En abril se cumplirán dos años del diagnóstico oficial. Esto fue precedido por un proceso de evaluación que duró varios meses. El diagnóstico oficial fue al mismo tiempo una revelación, porque de repente mi retorcida vida cobró sentido, y un shock… y surgió la pregunta: ¿y ahora qué? ¿Quién soy sin la "máscara" que me he enseñado a llevar yo misma durante décadas? ¿Quién es la mujer que yo misma escondí y encerré en lo alto de la torre de marfil cuando era muy niña?


¿Quién soy? ¿Y cómo me encuentro ahora con el mundo?

Este proceso ocurrió y sigue ocurriendo a través de la terapia (tuve que besar unas cuantas ranas antes de encontrar al príncipe, por así decirlo), a través de la atención plena (mindfulness) y a través el arte, sobre todo en forma de creatividad intencional. Cada día aprendo más a vivir con intención. Cada día me conozco un poco mejor, cada día aprendo más a aceptarme y a quererme… y la vida ha dado un giro tan increíble que a menudo me cuesta creerlo.


Y hasta hace unos días, este "vivir con intención" también incluía ser completamente abierto acerca de ser autista.

Solo, en ocho de cada diez situaciones, eso fue una experiencia bastante negativa. O quizás una experiencia muy clara de "separar el grano de la paja", porque lo hicieron las propias personas y así me ahorraron tiempo y trabajo…


En situaciones de grupo, es algo diferente; nadie levanta una voz de duda, pero la dinámica cambia al instante y de forma tan drástica que sólo eso basta para catapultarme emocional y sensorialmente a un colapso. Para las mujeres en particular, esto suele desencadenar algo… Caras que hasta ese momento eran "bastante normales", es decir, que para mí también está claro, en el sentido de que estoy acostumbrado a una especie de "expresión típica", "se les escapan", como se dice muy acertadamente en alemán.


Existen claras diferencias culturales en el lenguaje de la expresión facial. Japoneses, alemanes, franceses, británicos, españoles, estadounidenses, indios, mexicanos (y la mayoría de los demás latinos, a excepción de chilenos y argentinos): ninguno de ellos puede compararse. Ahora estoy relativamente familiarizada con ellos, cuando tengo que volver a tratar con alemanes o quizás británicos o japoneses después de mucho tiempo, pienso algo así como: ‘Ah, sí, ¡así les iba!’


Sí, y esta expresión facial típica, esta expresión facial típica da paso entonces espontáneamente a algo muy primordial, lo percibo como "totalmente asombrado" – y no pocas veces con un componente emocional que quizá pueda describir como "conmovido"…

… y luego, tan seguro como que los huevos son huevos, viene la admiración. De alguna forma, en esas situaciones de grupo, la gente se queda embelesada, fascinada y llena de admiración. Hay un corazoncito en la ventana de zoom… una solicitud de amistad en la aplicación, con un corazóncito y umucho amor… y en una de las llamadas de Zoom de la semana pasada, una de las anfitrionas dijo claramente lo genial que le parecía y lo mucho que me admiraba… Bueno, sé por esta mujer que trabajó durante 20 años en asesoramiento familiar y tuvo bastante que ver con niños y adolescentes autistas. Me dijo hace meses que mi proyecto de creatividad intencional para mujeres y niñas autistas le parecía excelente y súper importante.

No obstante, debo admitir que no lo entiendo.


¿Por qué hay que entusiasmarse? ¿O "conmovido"? ¿Y por qué admiración?

No lo entiendo, y... todo este entusiasmo y admiración acaban por marginarme, en primer lugar, y en segundo lugar… no pocas personas que al principio estaban fascinadas conmigo y pensaban que era genial, superinteligente, sexy y todo eso, descubren al cabo de unos meses que sí, soy "demasiado" para ellas.


Cuántas veces me ha pasado esto en mi vida, hasta incluso con terapeutas, no quiero ni pensarlo.


Y es infinita e indeciblemente agotador ser percibido así. Algo llega, hacia mí… no sé en absoluto cómo describir esto o cómo podría describirlo… En parte, se subraya varias veces que aquí todos podemos ser auténticos y que eso también es aceptado y bienvenido por mí: "¡Gracias por mostrarte tal como eres!"…

… pero la mayoría de los NT no tienen ni la más remota idea de lo que significaría si REALMENTE sería absolutamente auténtica con ellos. No es sólo que cuando hablo no pueda mirar a la otra persona a los ojos, o apenas, en mi caso realmente es así, porque tengo que concentrarme en lo que quiero transmitir. Si llegara el momento en que me sintiera lo suficientemente segura, y valiente, para ser al menos un poco como soy con gente (muy) conocida…

… entonces hay algo más que resuena en el asombro, a saber, al menos varios signos de interrogación, por ejemplo: ‘¿Eh? ¿Qué quiere decir con esto? ¿Qué quiere ahora? ¿Adónde quiere llegar? Vaya, es mucho lo que tiene que decir... ¿¡Uf!? ¡Realmente está llegando al punto!’…


Por no hablar de si alguien alguna vez es testigo de una crisis (meltdown) o algo así… En este momento, a más tardar, la "admiración" se desvanece y la mayoría de las personas vuelven a marcharse muy rápidamente.


De vuelta a la llamada de zoom y a las reacciones y emociones espontáneas, que en última instancia *yo* tengo que equilibrar…

Después estoy completamente agotada. Estado de ánimo depresivo, insomnio, ataques repentinos de llanto…


Autistic Burn-Out (agotamiento autista).


Si no digo nada sobre mí y me meto un poco en la conversación, me siento mucho mejor, pero el agotamiento sigue ocurriendo.


¿Por qué?


Porque siempre nos toca a nosotros los autistas adaptarnos a la dinámica de las NT en la conversación, y luego estamos agotados.

Toda mi vida este estado de agotamiento autista fue mi estado normal y no sabía por qué. En una primera terapia traté la depresión “leve"... pero al final no sirvió de nada. No pasaba un solo día sin que me lo preguntara (¡y juzgara!): ¿Qué me pasa siempre? Estoy triste e infeliz, ¿por qué estoy así? ¿Por qué soy tan inadaptada?


Hoy, tras conocer a Amma y pasar casi diez años en su ashram en Kerala, sur de la India, y darme cuenta del autismo y de estas correlaciones, que ahora entiendo, y por de nuevo hacer terapia en los últimos dos años, mindfulness, y por último pero no menos importante por el trabajo con el arte y la creatividad intencional, todo es diferente. Me he "encontrado a mí misma", como se suele decir, y en mi caso realmente me siento así. Ahora sé, y cada vez aprendo más, lo que ocurre en mi cerebro y mi sistema nervioso. Ya no me asusta ni me desespera. Lo acepto. Me acepto a mí misma.

Ningún niño de este mundo está equivocado, de cualquier manera, ni físicamente, ni mentalmente, ni en su carácter. Este cuerpo, esta fisiología, este sistema nervioso que influye en nuestra mente y nuestra psique, nos es dado. Ningún niño de cinco años se levanta por la mañana pensando cómo puede atormentar mejor a sus padres. Tampoco ningún niño de diez años. Y tampoco ningún adolescente revoltosa que se encuentra en un proceso masivo de cambio físico y quiere y necesita "encontrarse a sí mismo".


Ningún niño, ningún ser humano está equivocado, de ninguna manera.

Esta es la mayor mentira que se le ocurrió a la humanidad hace unos miles de años, y a lo largo de las generaciones esta mentira ha adoptado nuevos nombres y nuevos ropajes, porque sigue robando la ropa de la verdad, como cuenta esta vieja historia:


La Verdad y la Mentira se encuentran un día. La Mentira le dice a la Verdad: "¡Hoy hace un día maravilloso!". La Verdad mira al cielo y suspira, pues el día era realmente hermoso.


Pasan mucho tiempo juntos y acaban llegando junto a un pozo. La Mentira le dice a la Verdad: "El agua está muy buena, ¡vamos a bañarnos juntos!". La Verdad, de nuevo desconfiada, prueba el agua y descubre que, efectivamente, es muy agradable. Se desnudan y empiezan a bañarse. De repente, la Mentira sale del agua, se pone la ropa de la Verdad y huye. La Verdad furiosa sale del pozo y corre por todas partes para encontrar a la Mentira y recuperar su ropa. El Mundo, al ver la Verdad desnuda, aparta su mirada, con desprecio y rabia.

La pobre Verdad vuelve al pozo y desaparece para siempre, ocultando en él su vergüenza. Desde entonces, la Mentira viaja por el mundo, vestida de Verdad, satisfaciendo las necesidades de la sociedad, porque, el Mundo, en cualquier caso, no alberga ningún deseo de conocer la Verdad desnuda.


Sobre la cuestión de si es mejor "salir del armario" con los NT, no tengo respuesta. Esto es algo que cada uno/una tiene que decidir por sí mismo/misma, probablemente de una situación a otra.


Cuídate mucho y "no tires perlas a los cerdos", como le gustaba decir a mi querida abuela Rosa.

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